Somos seres sociales, de eso no hay duda, cooperar nos ha servido para evolucionar y, competir salvajemente nos está llevando a la autodestrucción pero, ¿hasta que punto nos dejamos influir por el comportamiento de un grupo de personas?. Vamos a intentar responder, visual y brevemente, a esta pregunta desde una perspectiva divertida y con humor.:
Los experimentos de conformidad con el grupo de Asch, en 1951, nos proporcionan una explicación:
Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición. Ellos ya saben de algún modo en qué quieres convertirte realmente. Todo lo demás es secundario. Steve Jobs.
Jesús Mendieta Martínez
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