Habitualmente se confunden los términos autoestima y autoconcepto, ya que se suele dar la definición de autoconcepto cuando se habla de autoestima. El autoconcepto (la valoración que tengo de mi mismo) lo componen la autoestima (la forma en que me relaciono conmigo mismo, es decir, la calidad de mi diálogo interior o autodiálogo), la autoeficacia (la sensación de que consigo lo que quiero o no) y la autoimagen (la satisfacción que tengo con mi cuerpo y/o con la imagen que muestro). Es decir, la autoestima formaría parte del autoconcepto, pero el autoconcepto es más amplio. También es cierto que las diferentes dimensiones del autoconcepto se relacionan y se influyen entre si aunque podemos encontrar a personas que teniendo problemas con su autoconcepto difieren en el grado de afectación de su autoestima, su autoeficacia y su autoimagen.
Por tanto, podremos mejorar nuestro autoconcepto trabajando la autoestima, mejorando la calidad de la relación que una persona tiene consigo misma ya que, queramos o no, nos demos cuenta o de forma inconsciente, mantenemos diálogos o a veces, monólogos interiormente. También podemos mejorar nuestro autoconcepto, claro está, mejorando nuestra autoeficacia y nuestra autoimagen.
Algunas formas sencillas de mejorar la autoestima...y el autoconcepto son:
1. Reconoce tus cualidades y fortalezas: Busca y examina tus puntos fuertes. Encuentra momentos de tu vida donde los mostraste. Pregunta a tus familiares y amigos o amigas para que te orienten. Haz una lista y repítela en voz alta la lista todos los días.
2. No generalices: Mantente firme ante la tentación de creer que porque algo no salió como esperabas, eso significa que nunca saldrá bien. Mantén un autodiálogo positivo en este sentido.
3. Sé consciente de tus éxitos o de tus logros: Haz una lista de las cosas que has hecho en tu vida que te han hecho sentir orgulloso/a, aunque sean "pequeñas" cosas, o lo que "debería" ser. Si te cuesta, pregunta a los demás. Comunícate que te sientes orgulloso/a por ello.
4 .Confía en ti: No te dejes llevar en exceso por las opiniones de los demás, muestra independencia y criterio propio.
5. Valora tu esfuerzo y no te centres tanto en los resultados: Comunícate que si te has esforzado ante una empresa es suficiente para estar contento contigo mismo. Esto hará que seas persistente en tus esfuerzos y al final mejores también la autoeficacia.
6. Detecta cuando te hablas de forma peyorativa y cámbialo: El autolenguaje característico de la falta de una autoestima adecuada suele incluir autodescalificaciones y autolimitaciones. Aprende un lenguaje donde aparezcan descripciones de los acontecimientos y expresiones de sentimientos y ningún juicio de valor y/o etiqueta peyorativa.
7. Acepta que nadie es perfecto: No uses la eficacia de tus acciones como medidor de lo válido/a como persona que eres. Si te has esforzado moderadamente date las gracias, para hacer más probable que persistas en tus esfuerzos y a la larga puedas mejorar.
8. La carta desde el futuro: Imagina que han pasado veinte años y has superado los problemas de baja autoestima. Relata como conseguiste superar el problema, qué decisiones tomaste, cómo lo llevaste a cabo, quién o quienes te ayudaron...
Algunas personas aprenden a hablarse de una forma descalificadora y esta manera de autorrelacionarse se vuelve automática y, a veces, inconsciente; pero no es fácil avanzar en la vida si tenemos que escuchar cada poco una voz interior que boicotea cualquier actitud positiva y nos conduce a una casi permanente inseguridad y al desánimo.
La autoestima baja es como conducir por la vida con el freno de mano puesto. Maxwell Maltz
Jesús Mendieta Martínez
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