Cuando nacemos poseemos una información genética, a veces un tanto azarosa, que se conoce como temperamento; además durante la infancia y adolescencia se modela nuestro carácter, que es aprendido a través de la imitación y, del aprendizaje por ensayo y error, fundamentalmente. Las circunstancias del entorno también van a facilitar que nos comportemos de una forma o de otra... Pero, ¿es nuestra personalidad inamovible, es imposible hacer grandes cambios debido a esta carga genética y ambiental?. La respuesta es clara: SÍ, se puede...Puede que al principio no sea fácil, pero si uno se empeña y es obstinado puede conseguir "ser quien quiere ser", y lo que en un principio parecería un comportamiento imposible o difícl de ver en nosotros/as, se puede convertir en habitual y formar parte de nuestra personalidad, ya que no es estática y férrea sino dúctil y maleable.

Encuéntrate y sé tú mismo; recuerda que no hay nadie como tú. Dale Carnegie

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Jesús Mendieta Martínez